Se refiere a situaciones en las que el daño a su envío, o incluso la falta de una parte del mismo, no es evidente de inmediato al momento de la entrega.
- A diferencia de los daños evidentes como cajas rotas o contenedores con fugas, la pérdida o el daño oculto es más insidioso. Puede involucrar:
Daño Interno
Productos dentro de un empaque aparentemente intacto pueden estar rotos, abollados o no funcionar correctamente.
Faltantes
Las discrepancias entre el manifiesto de envío (lista de empaque) y el contenido real pueden revelar artículos faltantes que solo se descubren al desempacar. - La pérdida o daño oculto generalmente se detecta solo después de completar el proceso de entrega, durante el desempacado o la inspección en el lugar de recepción.
- Varios factores pueden contribuir a este tipo de pérdida o daño:
Manipulación Brusca
El manejo inadecuado durante el transporte, como caídas o aplastamientos de paquetes, puede causar daños internos que no son visibles desde el exterior.
Desplazamiento del Contenido
Durante el transporte, los artículos dentro de las cajas pueden moverse y chocar entre sí, provocando roturas o fallas no visibles.
Daño Preexistente
En casos poco comunes, el daño oculto puede existir incluso antes de que el envío sea recogido, debido a defectos de fabricación o embalaje inadecuado en el origen. - Una inspección minuciosa al momento de la entrega y la documentación detallada de cualquier discrepancia son fundamentales. Mantener un registro del estado al recibir el envío fortalece su posición si se descubre una pérdida o daño oculto posteriormente.